domingo, 25 de septiembre de 2016

ANTIGA PASSAMANERIA SOLER



ANTIGA PASSAMANERIA SOLER
Pça. Del Pí, 2
BARCELONA


Fundada en 1898, su actual propietario Joan Soler dice que sobreviven, entre otras cosas gracias al producto especializado que ellos mismos fabrican y cosen en su taller: hombreras para uniformes.  

Joan Soler es la cuarta generación de propietarios y tras 35 años al frente de la tienda, ha vivido el cambio de moneda; dos crisis importantes; la actual presión fiscal que junto a la LAU, ha contribuido a la desaparición de numerosas tiendas antiguas de la ciudad, entre las cuales, las dedicadas a la pasamanería; etc. De hecho, ya sólo existe esta tienda especializada con dedicación exclusiva a la pasamanería, donde se puede encontrar tanto producto acabado como las cintas para hacer lazos, cordones, flecos, acabados, y también abanicos de alta calidad artesanal.


La tienda nunca ha cerrado, ni siquiera durante la guerra civil, cuyo taller y actividad pasaron a ser colectivizados (como muchos otros talleres y empresas de Barcelona) - colectivizaciones industriales  -  pasando a confeccionar diferentes partes de uniformes. 




 
De hecho, el 80% de las ventas de la tienda hasta hace 20 años correspondía a productos de fabricación propia. El Sr. Soler testimonia que al cambiar las modas, también lo hacen los materiales de adorno que se usan en costura, por lo que, sus hombreras se usan en uniformes de camarero, por ejemplo, y el resto de sus productos en lo que en su sector se llaman las 3 B’s: Bodas, Banquetes y Bautizos. Continuamos charlando y él opina que el sector textil de la moda de a pie, ya no volverá a fabricarse aquí, debido a la caída de precios del mercado. Sólo ha quedado la moda de alta costura i de pecios elevados. El cliente acepta pagar un precio alto por el textil técnico y las piezas de ropa que aportan un valor añadido.


La tienda es una joya de cintas y flecos de colores, claros, oscuros, brillantes,.. con lámparas de vidrio blanco y vigas, muebles y expositores de madera. De hecho, la tienda posee un mueble cajonero para el almacenamiento ordenado ¡de tantas piezas!



Hablan idiomas y podéis conversar abiertamente de todo con Joan y Sonia.


Foto: Un pasamano, que da nombre a la actividad de pasamanería.

domingo, 7 de agosto de 2016

GLOVES AND ACCESSORIES ALONSO



GLOVES AND ACCESSORIES ALONSO
Santana Street, 27
Barcelona

Family shop in the commercial heart of the city, few meters far from Portal de l'Angel. It opened in 1905 owned by the family Mañós Barrera. The second generation of owners, a childless woman, met the father of the current owner, Pere Alonso, artisan specialized in making leather gloves and supplier of the shop.

Since the beginning, the gloves were sold so, the lady did not hesitate to hand over the business to Pere Alonso, who followed the activity and that in turn, has continued her daughter and current owner, Ms. Victoria Alonso who confesses that she would like that the business will survive at least until her retirement.

The products marketed as gloves of all styles, fans, scarves, shawls, wallets, purses and hats, as well as a handbags, are accessories for women and men, being hand-made (leather, wood, hand painted wool ...) with a suitable quality / price ratio as, other part manufactured in Asian countries. She has to have both types of product because in her opinion, most customers no longer appreciate or do not provide fair value to craftsmanship or quality products, in a market full of low-cost products.


Most of the furniture is the original of the modernist period, but not the English three-leaf mirror with gilt frame: her husband gave her for their anniversary few years ago.

Look at the original door handles, the wood door and wooden gables also painted with the name of the store, as it was typical once. 



For few euros, you can buy a beautiful article or handmade gift in a century store.

The shop is open 10 hours a day, 6 days a week and Ms. Alonso speaks several languages ​​for personalized attention to all its customers, spending all the time that they needs. The human component is the most rewarding part of her job, as she said.